Por: Mariana Nieves Piazza, Psiquiatra Perinatal y Reproductiva
En el mes de la Salud Mental Materna, me propuse compartir puntos que creo fundamentales de la transición a la maternidad. En este blog, titulado “Matrescencia: concepto clave en la salud mental perinatal”, desarollo los pilares sobre los cuales baso y enmarco mi práctica clínica, visibilizando esta profunda transformación que viven las mujeres al convertirse en madres.
El proceso de convertirse en madre, o matrescencia, fue introducido por primera vez en la década de 1970 por la doctora Dana Raphael, una antropóloga médica que estudió el parto y la lactancia. 1 En el 2008, Auriele Athan retoma el término, haciendo referencia a la transformación abismal que acarrea la maternidad y así concientizar socialmente la necesidad de que esas mujeres sean comprendidas y
reciban apoyo.
Este concepto de matrescencia, ha ganado terreno en el campo de la salud mental perinatal y la psiquiatría, marcando un cambio de paradigma hacia la comprensión del desarrollo integral de las madres, brindando un encuadre basado tanto en las oportunidades como en los desafíos de la maternidad.
La matrescencia abarca los cambios psicológicos, biológicos, neurológicos, sociales, culturales, económicos, ecológicos, históricos y existenciales que se producen en la transición de la mujer a la maternidad.
Las dimensiones que engloba son:
- Biológicas: El embarazo, el parto y la lactancia implican cascadas hormonales (por ejemplo, progesterona, estrógeno, prolactina, relaxina, cortisol y oxitocina) que impactan al cerebro y al cuerpo de forma similar a la pubertad.
- Neurológicas; Los cambios en la estructura y función del cerebro materno indican otra fase de la neuroplasticidad humana. El grupo Neuro Maternal, liderado por la Dra. Susana Carmona, demostró que el embarazo cambia irreversiblemente el cerebro y que en la adolescencia y en el embarazo, se da un proceso de poda neuronal y mielinización, que implica un perfeccionamiento de algunas áreas y circuitos cerebrales, para facilitar y promover los cambios de conducta requeridos en la nueva etapa: la transición a la conducta adulta en la adolescencia, y la conducta maternal en el caso de las embarazadas. 2 Estos hallazgos, contraponen el mencionado “baby brain”, asociado erróneamente al déficit cognitivo.
- Psicológicas: Las nuevas responsabilidades de cuidado, los cambios de identidad, la sensación de soledad tan referida en esta etapa, los embarazos no deseados y “la carga mental” pueden desbordar las capacidades de afrontamiento y provocar sentimientos de inadecuación. Las preocupaciones, las exigencias, la rumiación pueden convertirse en excesivas o lograr la adaptación que implica integrar los cambios de identidad con expectativas más realistas.
- Social: los cambios en las relaciones de pareja, familiares y amigos, suelen ser la regla más que la excepción en este periodo. La importancia de la red de apoyo es fundamental para las mujeres, considerando la falta de la misma un factor de riesgo para la aparición de trastornos mentales perinatales.
- Culturales: este factor hace hincapié en brindar atenciones perinatales que promuevan la equidad y la inclusión en todos los modelos de crianza y estructuras familiares, incluida el colectivo LGBTQ+.
- Económicas: Se profundizan las diferencias de género, en donde la mujer, es la encargada del cuidado. Contando con licencias por maternidad breves y nulas para los padres.
- Existencial: marca el beneficio una perspectiva del cuidado que tenga en cuenta tanto a la madre como al bebé, pasando de la renuncia o sacrificio a una relación interdependiente.
Según Athan et al. (2024), a pesar de los avances en salud mental materna, en la investigación y la práctica persiste un sesgo hacia la patologización de las experiencias maternas y en mi opinión, también persiste, una falencia en servicios de salud con una mirada integral y un trato compasivo.
El periodo perinatal (embarazo y puerperio) es una etapa de gran vulnerabilidad en la vida de la mujer para el inicio, recaída o recurrencia de cualquier trastorno mental. “Los trastornos mentales perinatales presentan una prevalencia de alrededor del 25% (Vesga-Lopez et al. 2008) y se asocian a complicaciones en la evolución de la gestación, en los resultados obstétricos, neonatales, en el vínculo madre-hijo y en el neurodesarrollo del bebé” (Foks,2017, p.84).
Aunque, cada vez hay más estudios que intentan distinguir y caracterizar los trastornos de salud mental perinatal, el conocimiento del desarrollo humano no patológico sigue siendo escaso. Esta discrepancia pone de relieve una falta de comprensión fundamental sobre lo que es normativo durante esta etapa de la vida. Es necesario prestar más atención a si la angustia materna general es un estado afectivo distinto, una presentación subclínica o parte de un continuo normal a través del espectro de enfermedades que van desde la “baby blues” hasta la psicosis. 3
En el caso del “Baby blues” o la tristeza puerperal, es un estado transitorio y leve de tristeza. Tiene una frecuencia de entre el 60 y el 80% de los casos. Comienza entre el primero y tercer día después del parto y tiene pico máximo entre el 5to y 7mo día. Remite en forma espontánea alrededor de las dos semanas y no requiere tratamiento. Los síntomas más habituales son insomnio, irritabilidad, tendencia al llanto, fatiga, ansiedad y labilidad emocional. Este cuadro la importancia de la información asertiva, de la psicoeducación y de un acompañamiento profesional formado.
Por último, incluir la matrescencia como concepto fundamental tanto de la psiquiatría perinatal, como de la salud mental perinatal en general, considero, podría promover la salud mental materna: concientizando y despatologizando lo propio de esta etapa. A su vez, diferenciando lo normativo de los trastornos mentales perinatales, mediante herramientas de screening, como la EPDS para la depresión
perinatal, e incentivando la formación, en salud mental perinatal, de profesionales en contacto con mujeres en el embarazo, posparto, lactancia y crianza, así poder prevenir, diagnosticar y brindar una atención adecuada y sensible a esta población.
Cualquier consulta, aporte, no duden en conctactarme.
Recuerda, no estás sola, no tienes la culpa. ¡Con ayuda, te sentirás mejor! En el marco del Mes de la Salud Mental Materna, celebrado cada mayo, exploramos en este artículo el concepto de matrescencia como un concepto clave en la salud mental perinatal. Comparte este blog de apoyo en salud mental perinatal con quien lo necesite.
Athan AM. “A critical need for the concept of matrescence in perinatal psychiatry”. Front Psychiatry. 2024 Jun 10;15:1364845. doi: 10.3389/fpsyt.2024.1364845. PMID: 38962063; PMCID: PMC11220490.
Athan A, Reel HL.” Maternal psychology: Reflections on the 20th anniversary of Deconstructing Developmental Psychology”. Feminism & Psychology. (2016) 25(3):311–25.
Notas a pie de página
1 Athan A, Reel HL. Maternal psychology: Reflections on the 20th anniversary of Deconstructing Developmental Psychology. Feminism & Psychology. (2016) 25(3):311–25.
2 “Pregnancy and adolescence entail similar neuroanatomical adaptations: A comparative analysis of cerebral morphometric changes”. Carmona et al. 2019.
3 Matthey S. Are we overpathologizing motherhood? J Affect Disord. (2010) 120:263–6. doi:
10.1016/j.jad.2009.05.004
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